Por qué en Europa y América dejaron de usar colchones de coco para niños
Se recomienda que los niños en edad preescolar duerman unas 12 horas y los niños de 2 a 4 años, las 16 horas. Es decir, ¡un niño puede pasar poco menos de la mitad de su vida durmiendo! ¡Impresionante! Pero durante el sueño, el crecimiento y la formación de los órganos internos y del esqueleto no se detienen. Los músculos no se relajaron lo suficiente durante el sueño: por favor, escoliosis o mala postura. ¿Qué pasa si se añaden materiales tóxicos al colchón?
Hoy en día, en el mercado nacional goza de popularidad un producto exótico: un colchón infantil con relleno natural elaborado con fibra de coco. Los fabricantes suelen posicionarlo como un producto natural con mayor resistencia y rigidez (muy útil para niños menores de tres años). ¿Está su bebé destinado a experimentar el paraíso de los cocos en su cuna? Intentemos resolverlo.
El contenido del artículo.
Colchones de coco para niños.
La gran ventaja de estos colchones es que las fibras de coco son de origen vegetal y seguras. Se les puede llamar "heno", "hierba" o "diente". Los haces vasculares lignificados tienen una longitud de 15 a 33 cm y un espesor de 0,05 a 0,3 mm.
Pero no todo es tan sencillo en producción. Para la resistencia del producto, es necesario conectar los paquetes utilizando medios especiales. O presionarlos con fuerza. De ahí que existan dos escenarios para el desarrollo de los eventos:
- látex;
- prensado.
Primera opción
El fabricante utiliza una emulsión de látex (agua + partículas de caucho sintético + aditivos poliméricos) para la unión. El volumen de dicha mezcla en el producto terminado alcanza el 60% o más. Un producto muy natural ¿no?
El látex de caucho natural es difícil de encontrar. Normalmente, en la producción se utiliza material sintético, cuya composición es muy similar a la del látex para guantes, pelotas, etc.
Segunda opción
Para reducir el coste de producción, el prensado es ideal. El resultado son alfombrillas cosidas con aguja para el colchón. Pero la calidad deja mucho que desear. Los productos no soportan cargas durante mucho tiempo; las fibras de coco prensadas se desmoronan mucho e incluso se convierten en polvo...
¡Importante! Los estadounidenses y los europeos no producen losas de coco para colchones. Estos productos no cumplen los requisitos ni en términos de calidad ni de seguridad.
¿Cómo puede ser peligroso un colchón de coco para un niño?
Sintéticos y olor.
El fabricante puede presumir de la naturalidad del colchón de fibra de coco, pero debido al uso de mezclas sintéticas, no huele. ¡Y huele (a veces fuerte) a goma de coche!
Composición peligrosa
¿De qué otra manera puede ser perjudicial para los niños un colchón de coco?
Una alergia al látex puede manifestarse en forma de:
- respiración dificultosa;
- problemas de la piel;
- anafilaxia;
- en algunos casos, la muerte es posible.
Los formaldehídos, que normalmente son seguros para los adultos en pequeñas dosis, también son perjudiciales para el cuerpo de los niños.
Absorción de humedad
La absorción de humedad también es cuestionable. Los fabricantes afirman que un producto con un relleno exótico prácticamente no retiene la humedad. Pero ¿qué pasa con el hecho de que los productores agrícolas notan la alta capacidad del coco para retener la humedad?
¡Importante! Si no ventila y seca el colchón, se convertirá en un claro maravilloso para la pudrición y el desarrollo de hongos y moho.
Baja resistencia
Pero, ¿qué pasa con el hecho de que el relleno de coco se desmorona y pronto tendrás que olvidarte de las funciones directas del colchón? Habrá polvo en los pulmones y un producto informe, esperando entre bastidores hasta un vertedero.
Resumiendo
Quizás existan productos de coco que sean seguros y cómodos para dormir. Me parece que el precio de este producto debería ser alto y el producto ha sido probado por el tiempo y varias generaciones.
Tiendo a elegir productos naturales y seguros, pero trato de no dejar que los especialistas en marketing me cieguen con tales garantías. Lo mínimo es leer información sobre la composición y el fabricante, lo máximo es entrevistar a amigos y probarlo usted mismo, para luego dárselo a su bebé.
La responsabilidad de la salud de un niño no puede transferirse al 100% ni a los médicos ni a los empresarios que crean productos.