Cómo experimenté personalmente las fragancias en los geles para lavar la ropa

La mayoría de los detergentes para ropa modernos contienen ingredientes adicionales que no afectan su calidad. Estos incluyen, entre otras cosas, diversos aromas que deberían dar a la ropa un aroma agradable. El problema es que los fabricantes suelen exagerar con la cantidad de productos químicos. Como resultado, la ropa, incluso después de enjuagar y secar, no emite un olor ligero, sino un olor característico bastante fuerte.

¿Cuáles son los tipos de fragancias en los detergentes para ropa líquidos y en gel?

Desde hace un tiempo empiezo a notar que mi piel “protesta” contra los detergentes en polvo. Esto se descubrió experimentalmente: lo mismo "se comportó" de manera diferente:

  • lavado a mano con jabón, no causó molestias;
  • Era lo mismo, pero “centrado” con polvo en la lavadora, provocando sensaciones desagradables en forma de picazón y enrojecimiento de la piel.

Además, algunos polvos no se aclaraban bien y dejaban marcas blanquecinas, especialmente en prendas oscuras. Habiendo decidido que todo era una cuestión de coherencia, dejé de usar detergentes en polvo a granel.

Gel perfumado casero

Para librar mi piel de los efectos agresivos de los químicos, durante algún tiempo preparé mi propia mezcla para lavar la ropa:

  • se frotó jabón para bebés con un rallador fino;
  • transferir las virutas a un frasco de vidrio y llenarlo con agua caliente;
  • Lo dejé reposar un rato.

Al cabo de unas horas el jabón se hinchó. Dependiendo de su proporción con el agua, se convertía en una gelatina jabonosa o en una papilla densa.

Después de un par de “amasados” aprendí a ajustar la consistencia. Luego comencé a agregar unas gotas de aceite esencial de lavanda, naranja o limón; esto ayudó a neutralizar el olor del jabón. La piel "suspiró", pero surgió otro problema: la ropa empezó a lavarse peor. Luego presté atención a los geles de lavado.

Primera compra y primera decepción.

Las primeras cápsulas que compré fueron Ariel. Eran bastante caros, pero los compré con un buen descuento. Tenía confianza en la elección correcta, ya que los productos de esta empresa son famosos por su calidad. Sin embargo, después del primer lavado, realmente me arrepentí de haberlos tomado. Mientras secaba la ropa, un fuerte olor se extendió por todo el apartamento, lo que me provocó dolor de cabeza. Durante el siguiente lavado, ni siquiera un enjuague adicional y colgarlo en el balcón salvaron la situación. El aroma era tan "demasiado" para mí que el deseo de utilizar geles comprados en la tienda prácticamente desapareció.

Encontrar el producto adecuado

Un poco más tarde, mientras estudiaba los productos en los estantes de las tiendas, me di cuenta de que no había prestado atención a una cosa importante. Resulta que incluso los geles del mismo fabricante tienen diferentes aromas. Esa primera vez desafortunada tuve “suerte” de comprar una fragancia de Lenor. Me aventuré a hacer un segundo experimento y compré cápsulas del mismo Ariel, pero con manteca de karité. Lo hice, de nuevo, únicamente gracias a un descuento tangible, y esta vez acerté. Este producto cambió mi comprensión de los geles y me devolvió la confianza en Ariel. El olor ligero, agradable y apenas perceptible no provocaba ninguna molestia.Decidí seguir probando varios representantes de los productos químicos domésticos y ahora comparto mis modestas observaciones.

Mis conclusiones y preferencias

Los más “cáusticos”, en mi opinión, son los geles y las cápsulas:

  • con aroma Lenor;
  • manantial de montaña;
  • colorear vainas 3 en 1;
  • tapones dúo de colores.

Y no importa qué fabricante: Ariel, Tide o Persil. El embalaje ni siquiera indica en minúsculas qué compuesto provoca el olor acre.

Yo clasificaría “Laska” de Henkel como de intensidad media. Algunas decodificaciones dejan claro que el aroma que contiene son representantes de frutas cítricas. Dejaré el Wellery Eco nacional en la misma categoría de "peso". El secreto del aditivo "olor" presente en el producto no se indica en el embalaje, pero es bastante tolerable. La desventaja es que la sustancia es bastante líquida y, por lo tanto, el gel no puede considerarse económico.

Y por último, mis favoritos que no me hacen estornudar al oler la ropa recién lavada:

  1. Ariel con aroma a manteca de karité. Se lava perfectamente y, para mi gusto, tiene el aroma más sutil y discreto.
  2. Synergetic es un gel concentrado biodegradable con ingredientes vegetales de Alemania de una marca rusa. La composición de perfume "Té verde" con aceites de bergamota, limón, pomelo y sándalo prácticamente no permanece en la ropa después del enjuague.

Por supuesto, cada uno tiene gustos y preferencias diferentes. Mi idea de confort en el hogar también está asociada a un olor agradable. Escribí sobre mi experiencia personal, aunque pequeña, y expresé mi opinión subjetiva. Puedes tenerlo en cuenta o ignorarlo, porque puede que simplemente no coincida con el tuyo. Sin embargo, creo que no soy el único que tiene problemas con la percepción olfativa y táctil de los productos químicos domésticos.¿Qué detergentes para ropa prefieres? Quizás haya encontrado y esté utilizando formulaciones más baratas, eficaces y seguras. Comparte tus propias observaciones y quizás trucos en los comentarios. Estaré muy agradecido.

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