Mal consejo: qué trucos "microbianos" empeoran las cosas
Hipócrates legó: “Es más fácil prevenir una enfermedad que tratarla”. No hay duda sobre la veracidad de esta afirmación. Lo que pasa es que los métodos de cada persona para protegerse de los patógenos son diferentes. Algunos de ellos son efectivos, otros son inútiles y otros también pueden causar daño al cuerpo. Hoy hablaré de ocho “trucos para la vida” que caen específicamente en la última categoría.
El contenido del artículo.
Usar jabón antibacteriano
Se cree que es más eficaz. Este mito es consecuencia de una estrategia de marketing. Los fabricantes simplemente añadieron un poco de antibiótico al remedio habitual y empezaron a ganar dinero con ello.
De hecho, todos los tipos de jabón son igualmente buenos, ya que su tarea no es matar, sino eliminar los gérmenes de la piel. Pues bien, para aumentar la eficacia de este producto, simplemente debes secarte las manos con toallas de papel desechables.
Desinfección con alcohol
Se entiende que todas las sustancias que contienen alcohol son capaces de destruir patógenos. Pero eso no es cierto.
Sólo las soluciones que contengan al menos un 60% de alcohol pueden realizar esta tarea. Y aun así, sólo son útiles para uso externo. Pero la eficacia de “100 gramos para la prevención” ha sido refutada repetidamente.
Regla de los cinco segundos
Se cree que cuando dos superficies entran en contacto, los virus y bacterias no pueden transferirse inmediatamente de un objeto sucio a uno limpio. Por tanto, por ejemplo, una cuchara que ha estado en el suelo menos de cinco segundos se considera limpia.
En la práctica, todo es completamente diferente. Los microorganismos, como la suciedad de la calle, se adhieren instantáneamente a un objeto.
Cubrir el asiento del inodoro
Cuando van a un baño público, muchas personas prefieren ir a lo seguro cubriendo el borde del grifo con una servilleta de papel desechable (para que no entre ninguna infección).
Esta medida sólo es eficaz como protección contra la contaminación visible. En cuanto a los microbios, el papel, especialmente el papel mojado, no constituye una barrera importante para ellos.
Dato interesante: Dado que el inodoro se considera una fuente de infección, se desinfecta con más frecuencia y en profundidad que, por ejemplo, las manijas de los grifos o los lavabos. El resultado es lógico: el asiento puede estar varias veces más limpio que otras superficies del inodoro, que muchas personas tocan sin miedo.
Usar una funda de ropa para cerrar una puerta
Este intento de proteger contra virus y bacterias no es eficaz, ya que el tejido no constituye una barrera importante para ellos. Dependiendo de la densidad del material, los microbios pueden depositarse en él o penetrar en el cuerpo a través de él. Y es imposible eliminar por completo el contacto de la parte usada de la funda con las áreas abiertas de la piel.
Presionar un botón de ascensor con un nudillo
Se cree que rara vez nos tocamos la cara con esta parte del cuerpo, por lo que este truco reduce el riesgo de infección por microorganismos. Para refutar este mito, basta recordar en qué posición se encuentra el cepillo cuando se utiliza para limpiar, por ejemplo, un ojo que pica. Y, de hecho, los microorganismos también saben moverse.
Contener la respiración cuando alguien estornuda o tose
La medida es ineficaz, ya que las secreciones rociadas con microbios pueden depositarse en la ropa o la piel, desde donde con el tiempo llegan a las membranas mucosas del cuerpo. Por tanto, es mejor prestar más atención al cumplimiento de las normas de higiene personal.
Uso frecuente de guantes.
Los guantes de nitrilo desechables sirven como una barrera fiable a través de la cual no puede pasar ni un solo microorganismo. Pero deben usarse correctamente, excluyendo el uso prolongado.
La cuestión es que los productos que se ajustan bien a la palma contribuyen a la acumulación de humedad secretada por las glándulas sudoríparas. Y este es un caldo de cultivo ideal para los microbios atrapados debajo del guante. Además, el agua, combinada con la falta de intercambio de aire, hace que la capa exterior de la piel se ablande. Este es un debilitamiento de sus funciones de barrera. Por tanto, una de las trágicas consecuencias del uso constante de guantes puede ser un proceso inflamatorio.
No es difícil evitar estos problemas. Para hacer esto, solo necesita usar guantes según sea necesario y rechazar la tentación de usar su viejo par.